Historia de Ámsterdam

Los Inicios

Los restos romanos encontrados en la zona( monedas y objetos) confirman la existencia de primitivos poblamientos, sin embargo, como asentamiento permanente los comienzos de la ciudad de Ámsterdam se remontan a fines del siglo XII o comienzos del siglo XIII, cuando un puñado de granjeros y pescadores llegaron a la zona remontando el río Amstel hasta llegar a su desembocadura.

Para hacer habitable la región debían controlar las dificultades del terreno pantanoso y construyeron una serie de presas y diques, de los cuales el más antiguo es el marcado por la actual Plaza de Dam, hoy corazón de la ciudad. Construyeron además una iglesia con madera, único edificio que se conserva de aquellos tiempos: la Oude Kerk (Iglesia Vieja), dedicada a San Nicolás.

Este primitivo poblado pasó así a llamarse Amstel-Dam, dique en el río Amstel, para concluir finalmente en Ámsterdam.

La fundación de la ciudad data de octubre de 1275, cuando el conde Floris V de Holanda retira a los habitantes del pueblo pesquero que se encontraba en un dique en la desembocadura del río Amstel la obligación de pagar los por entonces usuales peajes para utilizar los puentes de Holanda. En 1300 es cuando Ámsterdam obtiene la categoría de ciudad y comienza a crecer una economía basada en el comercio, convirtiéndose en una de los ciudades comerciales más importantes de Holanda.


La Independecia


Tras la guerra de los 80 años contra España, 1568-1648, Holanda obtuvo su independencia.

En esta época, Holanda se convierte en país de acogida de personas que eran perseguidos o expulsados por su religión de su país de origen, tales como judíos sefardíes que habían sido expulsados de España y de Portugal y de hugonotes de Francia, con lo que creció la fama de tolerancia del país.

El siglo de oro

El momento de mayor esplendor de Ámsterdam se produce durante el siglo XVII. En 1610 se comienza la construcción de los tres canales principales de la ciudad, donde la burguesía de la época construyó sus increíbles mansiones.

En esta época los holandeses comienzan su expansión en ultramar y en pocos años sus flotas se encuentran comerciando en todo Extremo Oriente. La población de la ciudad creció ligeramente de 10.000 habitantes en el año 1500 a 30.000 alrededor del año 1570. En el año 1700 este número ya había alcanzado 200.000.

Durante los siglos XVIII y XIX y hasta antes de la Primera y Segunda Guerra Mundial, el número de habitantes incrementó a no menos de un 300%, alcanzando los 800.000 habitantes. A partir de entonces, y hasta la actualidad, el número ha sido relativamente constante.

Declive y recuperación

El comienzo de la decadencia de Ámsterdam se produjo a fines del siglo XVIII. Guerras con Inglaterra, las sucesivas ocupaciones de la ciudad por las tropas prusianas primero, y luego francesas en 1795 pusieron punto final a dos siglos de prosperidad.

En el año 1815, la situación empezó a mejorar. Las últimas décadas del siglo XIX se suelen denominar como el «segundo Siglo de Oro de Ámsterdam», porque entre otros, se construyeron nuevos museos, una estación de tren y el Concertgebouw, que es el teatro musical de la ciudad.

En el mismo período llegó a la ciudad la Revolución Industrial. Se construyeron nuevos canales y vías marítimas para así mejorar la conexión entre Ámsterdam y el resto de Europa.

Las Guerras Mundiales

Justo antes de que empezara la Primera Guerra Mundial, la ciudad comenzó a expandirse, construyéndose nuevos barrios residenciales y en las afueras.

Los Paises Bajos no participaron de la Primera Guerra Mundial y por ello no sufrieron ataques. Ámsterdam se embelleció con numerosas casas y edificios en ladrillo y piedra. Pero la depresión económica de los años 30 afectó profundamente a la ciudad.

Si bien Holanda trató de mantenerse neutral en la Segunda Guerra Mundial, en 1940 las tropas alemanas ocuparon la ciudad y casi toda su comunidad judía fue deportada, alrededor de 100.000 habitantes, pese a movimientos de resistencia y solidaridad de toda la ciudad, entre ellos una gran huelga en 1941.

El mejor ejemplo de la ayuda provista a las familias judías y que se convirtió en todo un símbolo fue el caso de la familia Frank, que se escondió en una casa del Prinsengracht, hoy convertida en el Museo de Ana Frank.

Aunque el sur del país fue liberado en 1944, Ámsterdam sólo fue liberada un año después, el 8 de mayo de 1945. Más de 100.000 judíos fueron deportados a campos de concentración. Solo 5.000 judíos sobrevivieron la guerra. Durante los últimos meses de la guerra, en 1945, la comunicación con el resto del país se cortó y la población sufrió una grave escasez de comida y energía. Muchos habitantes de Ámsterdam tuvieron que ir al campo para sobrevivir.

La independencia de Indonesia en 1949 y el desarrollo del puerto de Rotterdam fueron golpes severos para la ciudad, pérdidas que fueron compensadas en parte con la instalación del aeropuerto de Schiphol. La ciudad se volvió menos industrial y más dedicada a los servicios.

Actualmente

En la actualidad, Ámsterdam cuenta con una población de alrededor de 740.000 habitantes, con un 45% de la población que se reparte en 150 nacionalidades diferentes.

Símbolo de tolerancia y libertad, Ámsterdam legalizó la prostitución y su zona roja es uno más de sus atractivos turísticos. En el 2001 se celebró la primera boda civil entre homosexuales y las drogas blandas son legales.

Una ciudad abierta a las nuevas ideas, que otorga gran libertad de expresión a los jóvenes y donde la tolerancia es uno de los principios fundamentales. Sin duda alguna, ingredientes que atraen hasta esta capital a la juventud del mundo entero.